Manuel Agustín Heredia

Manuel Agustín Heredia nace en Rabanera de Cameros (La Rioja) en 1786. En los primeros años del siglo XIX se traslada a Málaga iniciando previamente contacto con parientes que se habían establecido en la costa andaluza. Sus inicios profesionales son como dependiente de un establecimiento de Velez Málaga. Tiene 15 años de edad.Su fortuna se origina gracias al comercio con Gibraltar durante las Guerras Napoleónicas. Exportaba productos agrícolas de la región y minerales (grafito), recibiendo productos americanos y manufacturas inglesas.En 1813 se independiza como comerciante y comercia con América durante el conflicto de España con sus colonias a partir de 1817. Suministra tabaco, mediante contrato con la Hacienda. Abastace a los presidios norteafricanos y se dedica al comercio y a la fabricación del azúcar.En 1824 es nombrado prior del consulado de Málaga, organismo que agrupa a los comericantes locales. Desde este puesto impulsa la creación de una cátedra de química industrial y de geometría mecánica para poder formar técnicos españoles que trabajen en sus fábricas.En 1825 se dedica a la industria de la fundición de hierro, tras haber acumulado grandes capitales por su actividad comercial. Es el hombre más rico e influyente de Málaga. En 1830 acaba la construcción de la ferrería “La Concepción” de Marbella y en 1832 introduce el método inglés con altos hornos con carbón de piedra.En 1833 inicia la construcción de la factoría “La Constancia” , una nueva fundición junto a la playa del Carmen en Málaga, complementario con la anterior que se encargaba de realizar el forjado y obtener hierro dulce.Ese año recibe la Cruz de la Orden de Carlos III debido a sus méritos como impulsor de la riqueza nacional. Heredia es de 1831 a 1833 síndico y regidor del ayuntamiento de Málaga.En 1840 es el mayor empresarios de España y el primer industrial ferretero.

Sus industrias siderúrgicas están por delante de las vascas y emplean a 2.500 personas.En 1837 compra San Andrés en Adra y es propietario además de dos fábricas de jabón en Málaga y de 12 buques mercantes que comercian con ultramar (América y el Pacífico). Más tarde esta flota compuesta por una fragata y doce bergantines entre otros barcos, se amplía a 18 naves.

Manuel Agustín de Heredia participó en una compañía de seguros, en el proyecto de un banco de Málaga, en la fundación del Banco de Isabel II en 1844 que el Ministro de Hacienda vetó y en una sociedad para crear una naviera de barcos de vapor para unir Cádiz y Marsella (el principal puerto del plomo elaborado en Adra)

Construyó además dos fábricas de productos químicos (jabón) de hilados y tejidos, ubicados junto a la fundición La Costancia. Murió en Málaga el 14 de agosto de 1846 a los 60 años, debido a una apoplejía que trató de curarse sin éxito en Inlgaterra siendo caballero de la Real Orden de Carlos III y dejando una fortuna de más de 60 millones de reales, con más de seis millones de reales en valores de industria, plomo, casas, combustibles y ladrillo en Adra (el 10% del valor de su fortuna total). Su flota mercante estaba compuesta por 18 buques, contribuyendo dedicidamente a la resurección de la Marina Mercante Española.

Meses antes de su muerte había sido nombrado senador y jurado su cargo el 5 de marzo de 1846.

Manuel Agustin HerediaManuel Agustin Heredia
Manuel Agustin Heredia

Manuel Agustín Heredia Martínez se casó con Isabel Livermore Salas en 1813. Isabel Livermore era cuñada del Marqués de Salamanca(José de Salamanca y Mayol) e hija de un comericante inglés afincado en Málaga: Tomás Livermore Page. La boda con Isabel le abre las puertas de la burguesía malagueña muy influenciada por extranjeros que residen en esta ciudad.Otro conocido de Heredia, paisano de La Rioja como él y socio de la ferrería la Constancia es el Marqués de Larios. Martín de Larios otro de los grandes industriales malagueños había nacido en Lagunas de Cameros .Heredia apoya dedicidamente a su cuñado, el marqués de Salamanca para que éste fuese elegido Diputado a Cortes por Málaga en 1837. Heredia combinó las amistades con las influencias familiares e incorporó nuevas influencias una vez que sus hijos se fueron casando. Así Tomás y Manuel casaron respectivamente con las hermanas Julia y Trinidad Grund Cerezo del Campo (hijas de Federico Grund). Isabel Heredia Livermore casó con José Hurtado de Zaldívar, Conde de Zaldívar. Amalia Heredia Livermore casó con José Loring, Marqués de Casa Loring. Enrique Heredia Livermore casó con Josefa de la Cámara Livermore. Ricardo Heredia Livermore casó con Isabel Loring Heredia. María Heredia Livermore casó con José Parladé, Conde de Aguiar. Tuvo un total de 12 hijos y todos vivieron más allá de la muerte del padre salvo Concepción, Agustín, Matilde y dos de nombre Guillermo, que murieron siendo niños.Heredia concibió la sucesión de sus hijos como sucesores de su imperio. Tarea para la que preparó a Tomás y Manuel. Manuel nace el 5 de septiembre de 1817 y Tomás el 19 de enero de 1819. Cursaron estudios en Inglaterra y Francia. En 1848 se casaron con las hijas de Federico Grund (cónsul de Prusia en Sevilla).Manuel tenía un carácter depresivo. Se suicida de un tiro en 1852 durante una cacería en Motril a la edad de 35 años. Tomás quedó como el auténtico sucesor de su padre y murió en 1893 a consecuencia de una pulmonía a la edad de 74 años..

En el casamiento de los restantes hijos e hijas Heredia refuerza su ascenso y entronque con la aristocracia.

Fuentes:http://www.adraenlinea.com

Los cafés

Así como en el resto de Europa (Madrid, París, Londres, Venecia, Amsterdam …), existe una pugna entre tabernas y cafés, en Málaga esto no ocurre y se convierten los cafés a finales del siglo XVII en algo fundamental para la vida social de la época. Al ser Málaga una ciudad con mucha tradición árabe, era lógico pensar que aquí se consumía un excelente café, confirmado por los numeros viajeros que llegaban a la ciudad y se quedaban prendados de su ároma. En estos establecimientos, las tertulias del agitado siglo iban a ser eje fundamental de su ambiente. Existen cafés portuarios, obreros, aristocráticos, populares, políticos, espacios de diversión para los calaveras de la época y lugares de esparcimientos para la clase trabajadora… casi todo ocurre en los cafés, salvo la incorporación de la mujer en igualdad de condiciones.

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Las noticias van de café en café, en el Madrid, el Senado (calle Granada), la Loba, el España (plaza de la Constitución), los Divanes de Ariza o Juan Rico, el Gallo, el Suizo (calle Compañía), el Duque (frenta a la Aduana), la Maestra, el Canarias …

En Málaga empiezan también a tener mucho éxitos los cafés cantantes, es decir, escenarios para el arte flamenco. Desapareció el célebre Café del Sevillano, situado en la calle Siete Revueltas, posteriormente convertida a la Plaza d las Flores, Café famoso en toda España por tener las mejores voces de la época. Durante toda la época, los cafés están vivos, abriendo y reabriendo con los mismos nombres o diferentes.

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De los tres cafés que existieron en la Plaza de la Constitución malagueña, el de La Loba fue el que clavó sus cimientos con mayor profundidad en la Plaza, el que realmente llevó la batuta en aquel concierto cafeteril. Es posible que fuera uno de los más antiguos de Málaga. La cita más añosa que hemos encontrado sobre su existencia, la proporciona el viajero británico Richard Ford en Manual para viajeros por Andalucía y lectores en casa. Ford estuvo en España entre 1830 y 1833.

El café de Chinitas, se le atribuye su nombre al primer dueño que tuvo, pero también a un actor que triunfó. Sea como fuere, aquí el café no es la bebida más consumida, pero es el escenario donde mejor se conserva en estos años la tradición del café cantante. El flamenco pasa por el Chinitas, donde Juan Breva, Antonio Chacón, la Parrala, el Niño de Jerez, la Niña de los Peines y otros tantos, junto a guitarristas y bailaoras, concitan entusiasmos. Local de parroquia fiel, con sitios incluso reservados, todo el mundo pasa alguna vez por este local de asegurado entretenimiento. A partir de los años veinte, bajo el nombre de Salón Royal, se desviará hacia provocadores espectáculos de varietés que sufrirían reiteradas multas y suspensiones hasta su definitiva desaparición.

Agradecimientos y fuentes para:

http://canales.diariosur.es/fijas/esp/malagasigloxx/tema1.htm

http://www.jondoweb.com/novedades/articulos/articulo11.htm

El copo

Sacar el copo de madrugada en la playa, es una de las tradiciones malagueñas más recordadas. Esta estampa tiene lugar a la salida del sol, cuando una cuadrilla de hombres lanza la red a unos 40 ó 50 metros del rebalaje tirando después de ella hacia la playa con la “tralla” (cordel con un corcho anudado en su punta que los marengos arrastran con el hombro) prendida en la “beta” (maroma que sale de la red hacia la orilla); una vez que la red está cerca del rompeolas, los marengos rodean la parte final de ésta y, con gran destreza, van moviendo la red hasta sacarla totalmente de la mar.

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Baños del Carmen

Los Baños del Carmen se inauguraron el 16 de Julio de 1918, transformando lo que hasta entonces se conocí­an como los baños públicos.
Los baños eran cerrados y las señoritas debí­an bañarse separadas de los hombres, mediante unas esteras que impedí­an las miradas lascivas. Los Baños del Carmen rompieron esa recatada costumbre.
Hasta después de la Guerra Civil, los hombres y mujeres se pudieron bañar juntos en la playa. Después de la Guerra Civil la moralidad volvió a ser más estricta y volvieron a bañarse por separados.

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En 1920 se construyó un embarcadero y una pantalla para proyectar pelí­culas mudas de la época, además se dotó a este moderno establecimiento de un restaurante por el que pasó toda la burguesí­a de Málaga, una pista de tenis y la puerta de entrada que ha subsistido hasta hace pocos años.
En este recinto se celebróel primero torneo de tenis que se disputó en Málaga.

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En el año 1922 se inauguró, en los Baños del Carmen, el primer campo de Fútbol de Málaga, que estuvo abierto al público, hasta que en 1941 se inauguró La Rosaleda.
Un conocido industrial bodeguero, D. Antonio López, propietario de la empresa Viní­cola Malagueña, mandó construir, en ese mismo año de 1922, una bonita y artística fuente de cerámica de la que emanaba en vez de agua, como hubiese sido lo natural, vino de Jerez.
Se ofrecieron conciertos y espectáculos de ballet clásico, se celebraron verbenas, en una pista de baile de 2000 metros cuadrados, las noches de verano fueron famosas en su época y donde se llegaron a contabilizar, más de 400 parejas bailando a la vez y 12000 personas todo un record!. Los carnavales tuvieron aquí­ su máximo protagonismo.
En el año 1958, se construyó un camping, obra del arquitecto, Andrés Escassi, y que daba acogida a 300 plazas.los baños del carmen de malagalos baños del carmen de malagalos baños del carmen de malagacarmen12.jpg

Agradecimientos a:

– Patri por difundir este artículo entre todos sus amigo/as.

– El avisador malagueño, www.acmal.org

El biznaguero

Todavía hoy día en las noches de verano es muy habitual encontrarse por las calles y paseos a algunos hombres ataviados con el traje típico y con una penca (a la que le han quitado las espinas) en la mano, en la que llevan clavadas un puñado de biznagas para venderlas y que van dejando las calles impregnadas de olor a jazmín a su paso.

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La biznaga es un símbolo relacionado con la ciudad de Málaga, donde gracias a la herencia de los árabes, y al clima templado, abundan los jazmines. Es raro que una casa malagueña que tenga un jardín, un patio, e incluso un balcón, no tenga un jazmín que lo decore y perfume.

La biznaga no es una flor natural nacida así de una planta. Es una composición hecha con jazmines ensartados uno a uno en un armazón (este sí es de una planta natural) que tiene muchos pinchos. En cada uno de esos pinchos se introduce un jazmín. Este es un trabajo que se hace en las tardes de verano. Los jazmines se recogen cuando aún están cerrados para que sea más fácil rellenar el armazón de la biznaga.

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El escultor malagueño Jaime Pimentel, inmortalizó a este personaje típicamente malagueño en una estatua de bronce en 1968, al igual que hizo con el cenachero. Originalmente se ubicó en la plaza de la Marina, siendo su situación final el paseo de Parque.

Los cines

La primera proyección de imágenes en movimiento (con un Kinetógrafo Werner) en la ciudad, se produjo el 3 de Septiembre de 1896 en un barracón.
A pesar de los problemas técnicos sufridos, que afectaban en ocasiones la calidad del espectáculo, la proyección de imágenes animadas se populariza con rapidez durante sus primeros días en la capital malagueña. El 11 de septiembre, el precio de las sesiones ya se había reducido de 1 peseta a 50 céntimos. Y, desde luego, esta reducción supuso que la asistencia a las proyecciones aumentara de manera considerable.

cine alkazar en los años 60
gran teatro olimpia en los años 40
cine pascualini
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La proyección de imágenes en movimiento arraiga en muy poco tiempo y de manera definitiva en las vidas de quienes se convierten en sus espectadores. Primero en locales concebidos para otro tipo de espectáculos o en los barracones de feria y luego en las salas de exhibición estables, quienes asisten a las sesiones de proyección cinematográficas amplían el ámbito de su percepción más allá del entorno inmediato. Y, de hecho, muy pronto el nuevo medio se convierte en un elemento clave para la creación de un imaginario específico de la contemporaneidad. Una muestra de su impacto es la rapidez con la que se extiende la actividad desde el momento en que se llevan a cabo las primeras exhibiciones de imágenes en movimiento.

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fachada cine españa
fachada del cine victoria
cine españa plusultra en 1970
cine las delicias patio de butacas

Proliferaron las aperturas de nuevos locales: Pascualini (1906), Moderno (1908), Victoria (1913), Goya (1923), España y Plus Ultra (1927), etc. anunciando así la incorporación de la ciudad a una cultura que pronto habría de ser masiva. En 1930 se incorporó el cine sonoro en el cine Petit Palais, además durante la República tres nuevas salas fueron inauguradas: Rialto, Echegaray y Málaga Cinema.

cine malaga cinema
cine victoria en los años 60
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cine echegaray
cine excelsior en los 60
cine petit palais en 1930

El cenachero

No hay nada más malagueño en Málaga que ese vendedor de pescados que lleva faja roja, pantalones de denim azul con parchos en las rodillas,la cabeza emboinada, las manos en la cintura balancenado los dos cestos que cuelgan a los lados en los codos y en la boca aquel estribillo que llena el aire de estruendos: “Pescada, pescada fresca, langostinos, chanquetes y boquerones“.

cenachero vendiendo pescado en la playa
cenachero malagueño en calle cristo

No pocos de aquellos jabegotes que habían estado en la dura briega del copo tomaban sus cenachos cargados de boquerones, jurelitos, chanquetes, sardinitas, boqueroncitos y ranchos de pulpos, almejas, coquinas, pintarrojas y otros revueltos marinos, y se disponían a vocearlos por las calles de los barrios de la ciudad. El cenachero era entonces la figura más popular de aquella Málaga de bodegas, tenerías, baratillos de cuerdas y alpargatas, salazonerías y tabernas.

cenachero por las calles
tipico cenachero malagueño
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vendedor de verduras y cenachero
imagen de bronce del cenachero en el puerto

Como homenaje a este personaje malagueño, el escultor Jaime Pimentel en 1968 creó una figura de bronce donde reflejaba a la perfección la figura del cenachero. Originalmente su ubicación fue en el Paseo del Parque malagueño, tras diferentes traslados finalmente se encuentra en la plaza de la Marina, junto al puerto.